BACTERIAS Y HONGOS
Las Bacterias y los Hongos son los principales agentes de descomposición,
por lo que reciben también el nombre de descomponedores. Actúan sobre la
materia orgánica vegetal muerta y sobre los productos de excreción y los
cadáveres de los animales superiores. Los organismos que viven de materia
muerta se llaman saprofitos.Los organismos descomponedores transforman la
materia orgánica en nutrientes que pueden ser de nuevo utilizados por los
productores: así, la descomposición microbiana es la principal ruta de vuelta a
la atmósfera del dióxido de carbono absorbido inicialmente por las plantas
durante la fotosíntesis.
Los saprofitos son variados, y la diversidad de su Metabolismo demuestra la capacidad de cada
tipo para degradar compuestos orgánicos determinados. Todos los compuestos
orgánicos de origen natural son susceptibles de descomposición, sea por un solo
microorganismo o por varias especies que actúan en combinación.
Algunos componentes orgánicos de las plantas son más
resistentes a la descomposición microbiana que otros y se acumulan en el medio
ambiente. Esta materia vegetal, conocida como humus, es el principal componente
orgánico del suelo y determina la fertilidad, pues afecta a la capacidad de
drenaje y a la penetración del oxígeno.
HONGOS
Los hongos suelen ser los primeros en colonizar la
materia orgánica, pues tienen la capacidad metabólica de degradar la pared
celular y liberar el contenido del protoplasma, más fácilmente degradable.
También hay bacterias capaces de degradar la celulosa de la pared celular
vegetal; comunidades de estas bacterias viven en el intestino de los animales
herbívoros y son las responsables de la descomposición de la celulosa en el
rumen o estómago de muchos animales domésticos importantes.
La descomposición de la madera puede acelerarse
mediante la actividad de insectos Xilófagos, como las termitas, que dependen de comunidades microbianas especializadas
que mantienen en su intestino para que liberen los nutrientes de la madera, o
bien por las larvas de numerosos artrópodos.
SUELO Y AGUA
Los microorganismos abundan en el suelo y el agua. Una
cucharilla llena de agua natural sin contaminar contiene aproximadamente un
millón de bacterias, y en los 15 cm superiores de un suelo bien fertilizado
puede haber más de cinco toneladas de bacterias y hongos por hectárea.
La descomposición de materia orgánica proporciona energía
para la proliferación y división de los microorganismos. Estas enormes
poblaciones sirven de alimento a los protozoos, cuyos procesos metabólicos
reciclan rápidamente los nutrientes asimilados por las bacterias. Este fenómeno
empieza a considerarse una importante vía de reciclaje en aguas superficiales.
La presión nutritiva de los protozoos es vital para controlar el número de
bacterias, pues la descendencia de una sola bacteria que se divida una vez cada
20 minutos superaría el millar en poco más de 3 horas.
FUNCION DEL OXIGENO
La descomposición es más rápida en presencia de
oxígeno. Si escasea, como ocurre en los sedimentos de lagos productivos o en
suelos inundados, la descomposición actúa más despacio. Hay ciertos
microorganismos (llamados anaerobios) que actúan en ausencia de oxígeno y que,
en presencia de materia orgánica, pueden contribuir a la descomposición.
Las bacterias desnitrificantes, reductoras de sulfatos
y productoras de metano (metanogénicas), utilizan nitratos, sulfatos y dióxido
de carbono, respectivamente, para generar energía, de forma muy parecida al uso
del oxígeno que hacen los microbios anaerobios. Otros anaerobios (bacterias de
la fermentación) generan energía transformando compuestos orgánicos.
En determinadas condiciones, si persiste la baja
concentración de oxígeno, la descomposición es tan lenta que la materia
orgánica se acumula en grandes cantidades. Los ejemplos más notables son las
turberas, en las que la materia orgánica saturada de agua llega a alcanzar
varios metros de espesor. A lo largo de tiempos geológicos, la compresión de
los depósitos de turba (formados durante el carbonífero), con ayuda de otros
factores químicos y físicos, ha dado lugar a la formación de carbón.
Las bacterias metanogénicas producen metano
(metanogénesis), y la escasa actividad de los organismos en los depósitos de
turba antiguos es probablemente la causa del metano contenido en las extensas
acumulaciones de gas natural, por lo general asociado con filones de carbón y
muy utilizado en décadas recientes como combustible. También es probable que
las bolsas de petróleo sean el resultado de la escasa actividad de las
bacterias anaerobias sobre la materia orgánica antigua.
DESCOMPOSICIÒN Y ALIMENTO
La descomposición por microorganismos afecta también a
la economía industrial. Ciertos productos alimenticios, como el queso y el
yogur, se forman gracias a la actividad de microorganismos específicos, pero el
resultado se degrada rápidamente cuando el proceso se ve contaminado por otros
microbios. Asimismo, la colonización microbiana de los alimentos altera la
consistencia, el olor y el sabor y los hace menos apetitosos.
El crecimiento de determinados organismos durante la
preparación o la conservación de alimentos pueden provocar intoxicación
alimentaria. Estos microorganismos producen unas toxinas que son realmente las
responsables de la intoxicación. El botulismo, por ejemplo, está provocado por
las toxinas liberadas por la bacteria Clostridium botulinum.
La descomposición microbiana de los alimentos se frena
mediante técnicas como la conservación en medios muy ricos en sal o en azúcar o
en ácidos débiles (encurtido), la desecación, la refrigeración o la destrucción
de los microorganismos por calor (enlatado y pasteurización) o por radiaciones.
Cuando los productos congelados se descongelan, los
desecados se rehidratan o los enlatados se abren, quedan de nuevo expuestos a
la descomposición, pues los saprofitos de la atmósfera empiezan a contaminarlos.
La velocidad de la actividad microbiana depende de la temperatura del medio.
Cuanto más baja es ésta, tanto más lenta es la actividad; no obstante, incluso
los alimentos congelados terminan por deteriorarse, aunque el proceso es muy
lento. Sólo la inhibición química de la actividad microbiana puede proteger los
alimentos una vez expuestos a la atmósfera. Sin embargo, algunos
microorganismos, en particular los hongos, proliferan en presencia de
concentraciones elevadas de sal o azúcar.
Pero estas proliferaciones suelen ser muy visibles,
como las colonias de hongos que se forman en la superficie de la mermelada, y
llevan a rechazar los productos afectados.
EFECTOS SOBRE OTROS MATERIALES
La descomposición microbiana puede afectar a muchos
otros aspectos de la vida. Las maderas de construcción deben mantenerse secas o
tratarse con conservantes para evitar su descomposición. Hay que renovar con
regularidad el agua almacenada para impedir la descomposición selectiva de los
componentes hidrocarbonados.
Algunos elementos de materiales plásticos y pinturas
pueden degradarse y perder propiedades determinadas o decolorarse. Las tuberías
de hierro se corroen y los edificios de piedra y hormigón se debilitan por la
acción de los ácidos producidos por el metabolismo microbiano. Los sectores
económicos afectados son conscientes de los aspectos negativos de la
descomposición microbiana.
Los seres humanos han controlado de muchas formas la
capacidad destructiva de los microbios. La eliminación de aguas residuales es
un buen ejemplo; pero los microorganismos son también esenciales para limpiar
la contaminación por petróleo, neutralizar la capacidad tóxica de los metales
pesados y descontaminar los vertederos. Aunque la descomposición microbiana es
causa de complicaciones, la vida pronto desaparecería de la Tierra sin la
colaboración de los microorganismos.
AFECTACIÒN EN
LOS BOSQUES POR CAUSA DE LOS HONGOS MICORÌCICOS
Los hongos micorrícicos son
más variados y abundantes cuanto mayor sea la variedad de árboles que se
encuentran en el bosque. La mayor diversidad se da en los bosques mixtos de
encinas y pinos, sobre todo en suelos silíceos.
Los hongos parásitos encuentran
en el bosque un amplio abanico de hospedadores sobre los que instalarse, de
forma que cada especie forestal lleva aparejadas sus correspondientes especies
de hongos parásitos.
Los hongos descomponedores disponen
para su alimentación de una gran variedad y cantidad de restos vegetales que se
van depositando y acumulando en el suelo forestal, sirviendo así de alimento a
los micelios que convierten esta basura en humus, enriquecedor y fertilizador
del suelo.
De forma que en el bosque se encuentran una gran cantidad de nichos
ecológicos para los hongos, sea cual sea su forma de vida. Recientemente, se
han estudiado las diferentes proporciones en que se presentan en un ecosistema
forestal estas tres opciones vitales para los hongos, y se cree que estas
proporciones son un buen indicador del estado de salud del bosque, siendo las
especies micorrícicas las que deben predominar en un bosque sano.
La flora micológica de un bosque evoluciona junto con él, de forma que
hay especies propias de bosques jóvenes, otras de bosques maduros, etc. La
mayor diversidad de hongos forestales la encontraríamos en bosques mixtos de
pinos y frondosas sobre suelos silíceos, siendo estos sustratos mucho más
escasos en nuestra provincia que los suelos calizos.
En Este Link Podemos Encontrar Información Acerca de los Hongos Descomponedores De La Materia Orgánica
http://www.uv.mx/personal/tcarmona/files/2010/08/Alvarez-2005.pdf